Auditar a la UABJO
Isidoro YESCAS
En la reciente reunión sostenida entre el rector de la UABJO, Eduardo Bautista, acompañado de funcionarios y líderes sindicales, con el gobernador del estado, Alejandro Murat, quedó muy claro que la ruta trazada por la rectoría para resolver la crisis financiera por la que atraviesa la universidad pública de Oaxaca no será con discursos lastimeros, ni con informes a modo o pretendiendo ocultar las causas que originaron que las finanzas universitarias se fueran a pique.
Y el que se encargó de decírselo fue el gobernador quien, de acuerdo a testimonios de algunos de los funcionarios que estuvieron presentes en la reunión, ofreció todo el apoyo del gobierno del estado a la UABJO bajo una sola condición: que se lleven a cabo dos auditorías externas, una nacional y otra internacional.
La propuesta del jefe del ejecutivo coincide con la respuesta ya ofrecida a las autoridades de la administración central de la UABJO por diputados de los congresos local y federal y por la misma Secretaría de Educación Pública: para incrementar los subsidios federal y estatal e inyectarle recursos extraordinarios es indispensable que antes se practique una auditoría financiera, administrativa y académica. Es decir una auditoría integral.
Y es que a la fecha en el balance presentado por la rectoría sobre el estado que guarda la UABJO se ha omitido dar cuenta de cómo, por qué y quienes son los responsables de esta crisis financiera.
No es ningún secreto del enriquecimiento de algunos exrectores, ni de las irregularidades registradas en algunas facultades en la contratación de personal académico, como han sido los casos más visibles de las facultades de Derecho y Contaduría, planteles que por concentrar prácticamente poco más de la tercera parte de la matrícula universitaria se han convertido en botín y manzana de la discordia de los sindicatos de académicos y grupos porriles.
Tampoco es desconocido por las autoridades universitarias la duplicidad de plazas del personal de confianza en la administración central.
Reconocer estas y otras debilidades institucionales y plantear medidas radicales para combatirlas es indispensable para que tanto el gobierno local como federal puedan otorgarle todos los apoyos que requiere y se merece la universidad pública que, pese a todo, sigue siendo la principal opción de educación superior que mayores oportunidades ofrece al pueblo de Oaxaca.
Las cartas ya las puso en la mesa el gobernador, como antes lo hicieron los legisladores locales y federales. Es una oportunidad que la rectoría y demás autoridades y toda la comunidad universitaria no pueden dejar pasar, al menos que, como hasta ahora ha sucedido, se sigan imponiendo los intereses del grupo político-familiar que en el pasado reciente se encargó de darle el tiro de gracia al futuro de la UABJO.
Twitter:@YescasIsidoro
Julio 2 del 2017.